jueves, 2 de agosto de 2012

Visita de las Abuelas


En agosto 2012, las Abuelas Mexicas visitaron CEDOPAZ y bajamos todos al Parque de Gaviotas. Con toques y baile de atabales fueron clausuradas las actividades de enseñanza-aprendizaje que se realizaron durante dos días con la participación de las cinco abuelas sabias “Danzantes de la Luna”, en el Centro Dominicano de la Paz (CeDoPaz) en la comunidad El Ramón de San Cristóbal. Esta actividad forma parte de un conjunto de actividades que se realizan con motivo del Día Internacional de los Pueblos Originarios, que se festeja el día 8 de agosto de cada año.

Las Abuelas fueron invitadas por el Consejo de Ancianos de la Fundación Guabancex Viento y Agua y otras organizaciones culturales.
En esta ocasión, fungieron como anfitriones la antropóloga Ana Lara y el  profesor Erasmo Lara. El programa de dos días incluyó un conversatorio con la gente de esta zona rural, así como preparación del temazcal,  un baño de vapor con hierbas medicinales propio de la cultura mexicana y de Centroamérica, que fue elaborado en un bohío indígena sagrado confeccionado con cana por las abuelas.
Al día siguiente, hubo una caminata por los terrenos de CeDoPaz donde se encuentra una Catedral de Bambú de la Paz y luego el testimonio de sanación con plantas medicinales de todos los que asistieron a esta convivencia, entre ellos sanadoras de varios países.
Uno de los principales trabajos que realizan estas mujeres sabias es estudiar la lengua. “Nosotros enseñamos cantos, danzas mexicanas antiguas, estudios del códice o libros manuscritos antiguos, los calendarios antiguos, el trabajo de montaña, que es muy importante y las cuentas matemáticas”.
María Guadalupe Retiz Yáñez, la más anciana de las abuelas indígenas mexicanas, dijo que con el apego a las tradiciones buscan  “retomar nuestra identidad, nuestra raíz, lo que somos, hacerlo resurgir, hacerlo patente. Compartir con las naciones, pero con una identidad”.
Este grupo nació hace muchos años en México. Nos gustó mucho investigar en los códices y nos dimos cuenta que en el Códice Borgia viene la imagen de la danza. Entonces nos pusimos a verla, a observarla, a comprenderla y luego nos pusimos a trabajar, nos pusimos a hacerla”, comparte la abuela Tonalmitl (María Guadalupe Retiz Yáñez), danzante de la luna. 

“En un principio empezamos ocho personas y el grupo creció poco a poco. Ahora somos alrededor de 300. Es que muchas mujeres andamos en búsqueda de cosas espirituales, buscamos trabajar nuestra esencia femenina, rescatándola, porque ha sido muy humillada, muy destrozada en todas sus formas. Nuestro lema es: ‘Para que la mujer se conozca a sí misma’”, añade parsimoniosa.

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